martes, 9 de octubre de 2012

Un festival sin identidad concreta

La Asociación Wagneriana en el Festival de Música de Alicante:
Un festival sin identidad concreta
Por José Miguel Ferrer Puche
Presidente de la Asociación Wagneriana de Alicante
Enviado especial al FMA 2012



Con un presupuesto de 485.000 euros, el Festival de Música de Alicante 2012 ha sufrido un 17% de tijeretazo con respecto a la edición del año pasado debido a la crisis, algo que hemos notado, no tan solo en la coordinación y organización del mismo, sino en la desaparición por ejemplo del Encuentro Profesional que reunía a autores, editoriales, grupos, etcétera. El Gobierno veta la creación de una fundación que gestione en conjunto los festivales de Alicante en torno a la creación contemporánea (Festival de Música y Muestra de Teatro), y lo hace vetando los estatutos de la fundación por medio del Ministerio de Hacienda, que entiende que la misma generaría más gastos por su infraestructura, aunque ¿qué podemos esperar cuando el mismo Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, habla de la cultura como un mero “entretenimiento”, un pasatiempo? Cuesta entender que no tengamos dinero para nuestra cultura y sí tengamos por ejemplo cien millones de euros para un tranvía Alicante-San Vicente que supone otra fatigosa hipoteca para los ciudadanos.


Benet Casablancas



“Homage to Picasso (2010),
de Benet Casablancas, constituyó
la primera incursión del autor en
el género concertante y tuvo
momentos de viveza musical, (…)”







     Pero no solo sufrimos los estragos de la crisis en los recortes, sino que desde hace tres campañas, en el festival perdimos también siglas y con ello parte de su identidad: quedó eliminado el término “Contemporánea”, cuando siempre lo fue e imagino que seguirá siéndolo; como si un experto cirujano, deseando eliminar quizá el origen de la poca afluencia de púbico a los festivales de música contemporánea, hubiera intentado seccionar con bisturí cierta tumoración ya neoplásica. Perdemos pues identidad pero también calidad y público.
 
    Dejemos la sala de operaciones y pasemos a lo realmente interesante: el festival de Alicante y la música. El director de la Birmingham Contemporary Music Group, el compositor Oliver Knussen, tomó la batuta en tres de las piezas que se pudieron escuchar durante la noche del 23 de septiembre. La primera fue una de su propia autoría, Ophelia Dances (estreno en España), compuesta en 1975. Los escritos sobre chamanismo de Carlos Castaneda y los seres míticos ayudaron a dar forma al concepto de Nature (2012), de Tansy Davies (estreno en España), segunda obra que dirigió Knussen. Y la tercera fue Dove of Peace. Oliver pasó sin pena ni gloria, no falla la dirección, sino la misma composición, las obras, el talento, pero no hay más presupuesto y a pesar de ser “la estrella del día”, pasó fugaz y se evaporó en un derroche de energía y dinero.
 
    Homage to Picasso (2010), de Benet Casablancas, constituyó la primera incursión del autor en el género concertante y tuvo momentos de viveza musical, salvando en parte la noche.

Grupo Enigma (OCAZEnigma)

      La Orquesta de Cámara del Auditorio de Zaragoza (OCAZ), conocida coloquialmente como “Grupo Enigma” u OCAZEnigma, se presentó con 16 miembros solistas y fue dirigida por Juan José Olives. El programa incluyó dos estrenos absolutos y dos obras más: Septeto en dos movimientos de Carles Guinovart (Barcelona, 1941); Sinfonía de cámara de Jesús Villa-Rojo (Brihuega, 1940) son los estrenos. Y Variations and Finale (1958) para diez instrumentos, de Humphrey Searle (1915-1982), probablemente la mejor obra de cámara de su producción, de 18 minutos. Finalmente, Sinfonietta(1932) de Benjamin Britten (1913-1976) para diez instrumentos, de 15 minutos de duración. En resumen, calidad e interpretación bastante aceptables.


Cuarteto Diotima
      El cuarteto Diotima presentó cuatro obras, de las cuales Lurralde de Ramón Lazcano y Cuarteto nº 4 de Thomas Simaku fueron estrenos absolutos en España. Pudimos escuchar después Silent Flowers de Toshio Hosokawa y Cuarteto nº 4 de Arnold Schoenberg. Sus programas están caracterizados por un profundo compromiso con la música de nuestro tiempo, alternando con este repertorio contemporáneo el tradicional clásico y el romántico para cuarteto de cuerda; sin duda habríamos disfrutado más de su lado clásico, hacia el que quizá deberían dirigir más sus esfuerzos, y podíamos haber prescindido totalmente de los estrenos que resultaron de poco interés.
 
     Pobre, muy pobre la programación del bloque intermedio del festival del que esperábamos muchísimo más; a falta tan solo de la clausura del mismo podemos decir que la falta de público y calidad de composición han hecho acto de presencia conforme hemos avanzado en el festival y, como no, van de la mano.


lunes, 1 de octubre de 2012

La revista "Requiem amb Ria" publica un segundo poema

José Miguel Ferrer escribe un poema “A Laia”

 

                                               A Laia

 

 A Laia canto con mi amor
Dulces notas de violín
Que ni arrancadas de mi corazón
Más pudiera yo pedir,
Dulces notas de mi sentir,
Ánima de mi pasión,
Lágrimas que no tienen fin,
Ese soy yo, y ella… Una flor.
 
                                             
                                  José Miguel Ferrer Puche
 
 
 

La Asociación Wagneriana en el Festival de Música de Alicante

Desconcierto en el Festival de Música de Alicante

Por José Miguel Ferrer Puche
Presidente de la Asociación Wagneriana de Alicante
Enviado especial al FMA 2012


El Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) acoge, del 21 al 29 de septiembre de 2012, el 28 Festival de Música Contemporánea de su ciudad con 57 obras programadas de 46 compositores diferentes, 15 de ellas estrenos absolutos. El Auditorio, el Teatro Principal, el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert y tres sedes más albergarán los once conciertos programados.

     Junto a La Orquesta Nacional de España (ONE), que ofrecerá dos conciertos, y La Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) con su Academia de Música Contemporánea, con tres conciertos programados, en la presente edición figuran en el cartel otras formaciones como el Birmingham Contemporary Music Group dirigido por Oliver Knussen (con obras de Knussen, Tansy Davies, Philip Cashian y Benet Casablancas), los solistas del Ensemble Modern (con obras de Luciano Berio, György Ligeti e Isang Yun, entre otros), el Sax-Ensemble (con José Luis Temes al frente y obras de Xavier Montsalvatge, Luis de Pablo, Benet Casablancas y Tomás Marco), el Cuarteto Diotima (obras de Ramón Lazkano, Thomas Simaku, Toshio Hosokawa y Arnold Schoenberg), o el grupo OCAZEnigma que dirige Juan José Olives.  

     Me gustaría, hablando de la coordinación de este año, mencionar una curiosa anécdota acontecida en los primeros días del festival. Como medio de comunicación, siendo corresponsal de Culturamas para el FMA y en calidad de Presidente de la AWA, se solicitaron entradas para cubrir el festival a coordinación: no hubo respuesta. Tras algunas comunicaciones telefónicas pudimos estar en el festival presuntamente, y digo porque cuando se presentó la Asociación Wagneriana no había entradas reservadas; me hizo gracia que después de pelearlo, se me hiciera entrega de una invitación que iba dirigida a Eneas Ferris, periodista de otro medio, me pregunto si pudo asistir… Pero seguíamos sin estar invitados al resto de conciertos como se nos aseguró en un primer momento. Después del concierto puede hablar con Rosa María Mollado, coordinadora del Festival, la cual me propuso llamar a la habitación de un hotel cada día que deseara ir a cubrir el festival; me pregunté qué tipo de organización era esta, pero lo descubrí cuando al llamar al día siguiente a dicha habitación no había nadie… Finalmente y después de estar toda la mañana intentando comunicar con alguien, dimos con una chica de prensa muy simpática que se prestó a pasar nuestras peticiones a la mujer del pelo verde y azul; y por fin, aunque de nuevo por otro solo día, la Asociación pudo estar en el festival.




     Pero pasemos al auditorio, al festival y al concierto. El auditorio, obra del arquitecto Juan Antonio García solera, tiene una acústica bastante aceptable, aunque adaptada a la inversión y gasto público que ha supuesto. 

     Como en la edición 2011, la versátil Orquesta Nacional inauguró la muestra con la dirección de Rubén Gimeno (Valencia, 1972). Rubén se preparó dos conciertos fuera del repertorio habitual, con un estreno absoluto, la Elegía concertante del bilbaíno Joseba Torre (1968): en esta obra, el compositor trenza un persistente diálogo entre grupos y solistas de la orquesta,  hilvanado por las voces de dos saxos enfrentados antifonalmente en el conjunto, una partitura cargada de fuerza, pero dotada de un lirismo que el propio autor establece como “punto de partida”.



Dentro del catálogo de Olivier Messiaen, tuvimos Las ofrendas olvidadas de 1930 y el Concierto a cuatro de 1991, que se fusionaron como un brillante acierto de programa; Gimeno las tradujo correctamente, secundado en la última por tres primeros atriles de la ONE –Sotorres en la flauta, Silla al oboe y Quintana con el violonchelo- y Juan Carlos Garvayo como vigoroso pianista. De ecos y sombras del compositor Cristóbal Halffter fue estrenada en 2009 por la propia Nacional; la palpitante energía de la pieza sigue intacta. Alqibla (1998) de José María Sánchez Verdú, que oscila entre el susurro –de los propios instrumentistas– y la contundencia orquestal, en Alicante recibía su segunda interpretación española. Gimeno gustó un segundo día a la audiencia con la obra más «vieja», la Sinfonía nº 1, Jeremías de Leonard Bernstein, expuesta con pasión. Esperamos y deseamos que el resto del programa del festival esté a la altura de lo que hemos visto hasta ahora.
 

 

lunes, 24 de septiembre de 2012

Poema publicado en la revista SOL NEGRO

UN TEXTO DEL POETA ALICANTINO JOSÉ MIGUEL FERRER PUCHE

 



Por un beso... (A Bécquer)

Por una intuición, un suspiro;
Por una palabra, una ilusión;
Por una mirada, un mundo;
Por una sonrisa, mi vida;

Pues... ¿Qué puedo dar yo por un beso
Si ya sin mundo y vida quedé,
Y sin ellos, el beso es del amor
Tan solo ya una triste canción?...



José Miguel Ferrer Puche nació en Alicante el 22 de junio de 1973. Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Alicante. Además, tiene estudios en distintas disciplinas: como en la rama técnica, en Ingeniería Técnica en Informática de Gestión; o en la rama de la sanidad, en Imagen para el Diagnóstico o Radiodiagnóstico. Es poeta, ensayista literario y fotógrafo profesional. Actualmente es Presidente de la Asociación Wagneriana de Alicante, y compagina su trabajo como colaborador de la revista Culturamas y de la Asociación Alicante Vivo, con sus estudios de Grado en Podología

 

sábado, 22 de septiembre de 2012

Nuestra Asociación Wagneriana de Alicante también en CULTURAMAS:

  La Asociación Wagneriana de Alicante: Una historia de ideales.

 Por José Miguel Ferrer Puche.


La Asociación Wagneriana de Alicante nació el 22 de mayo del año 1993, de la mano de tres estudiantes alicantinos: Artur Balder, David Noratón y el que firma este artículo, José Miguel Ferrer Puche, que entusiasmados con la obra del gran compositor y creador musical, decidieron fundar en Alicante una fraternidad que congregara los ideales teóricos y musicales de Richard Wagner, y que promoviese el estudio y desarrollo del concepto de la obra de “arte total”. Parte de la inspiración nos vino dada por la lectura de las biografías de autores ingleses como Conan Doyle o Tolkien, donde se apreciaba la profunda importancia de los clubes privados en los que se compartían lo que Goethe llamaría acertadamente “afinidades electivas”. Clubes como los Inklings o Coalbitters, lectores de los Eddas islandeses, nos animaron a crear nuestra propia Asociación, palabra más adecuada en la lengua española para definir lo que en esencia también era uno de aquellos clubes ingleses o fraternidades de estudiantes alemanes. Con ello en mente, y tomando como referencia la obra y figura de Wagner, gravitamos en torno al área de estudio y ocio que nos atraía: el concepto de obra de arte total y sus ideales en una sociedad carente de ideales, donde la misma cultura se resumía a extraer dinero de las arcas públicas para poner en marcha cualquier clase de iniciativa.

     Éramos tres entusiastas de la tierra alicantina, que veíamos en el nacionalismo romántico practicado por Wagner una vinculación artística y vital con nuestro entorno, que en aquélla época, cuando aun la calle Maisonnave ostentaba frondosos árboles, nos reuníamos por diversión en el piso que pronto se convirtió en sede de nuestra Asociación, en la calle Castellar, con el fin de llevar a cabo nuestros “botellones sabáticos” en torno a la obra del maestro, con la pequeña diferencia en cuanto a las épocas modernas, de que nuestro sustrato, en lugar de las bebidas alcohólicas, era la música, la poesía, la prosa y la teoría de la obra de arte total, todo ello sin embargo no menos embriagador en manos de adolescentes.

     La Asociación, cuya labor privada y lúdica, ha seguido activa a lo largo del tiempo en Alicante a pesar de la ausencia de algunos miembros, celebrará el próximo año 2013 sus veinte años de existencia y el bicentenario del nacimiento de Wagner, pues fue fundada el mismo día del nacimiento del compositor alemán. A lo largo de este tiempo, han sido muchos los trabajos, estudios y experiencias privadas acometidas y compartidas con muchos amigos de otras provincias. En una ciudad en la que la cultura, durante los últimos veinte años, en general ha ido unida al gasto del dinero público para poner en marcha unas u otras actividades a veces de dudoso interés salvo para los políticos de turno, nuestro reto se ha visto recompensado por el éxito de algunos de los miembros de esta Asociación, como ha sido el caso del socio fundador ArturBalder, quien ha demostrado que solo la exhaustiva formación en las diversas disciplinas del arte -conocidas son sus incursiones en la pintura, la literatura o el ensayo- podían dar lugar a una nueva revalidación del concepto de obra de arte total en su afirmación cinematográfica de los últimos años.


     Además de apoyar y contribuir a la divulgación no solo de la obra wagneriana, sino también de la de otros compositores y autores alicantinos, que tan poco apoyo institucional y de todo tipo -además de desprecio en ocasiones producto de incomprensibles envidias- reciben hoy en día en una sociedad culturalmente condenada al desamparo, en la que los mejores monumentos de nuestra historia son demolidos uno tras otro por absoluta ignorancia y desprecio al pasado, en lugar de su restauración y recuerdo. En este sentido, no puedo evitar rememorar una de las obras cumbre de Wagner, Siegfried, tercera de las cuatro óperas que componen la universal saga de El Anillo del Nibelungo. Su personaje principal es Sigfrido, un héroe cuya valentía y ausencia de miedo unidas a la forja de la legendaria espada Nothung con sus propias manos, le llevarán a derrotar al dragón Fafner según las predicciones hechas por el misterioso Viandante. Me pregunto, si quizás para ser escuchado y apoyado en tu propia ciudad natal, debes ser un héroe, no conocer el miedo, fundir metales de origen divino y fraguar con ellos un arma legendaria con la que arrebatar tesoros y derechos robados, o abatir alguna bestia infame como las que habitan en las cavernas de los pensamientos más recónditos plasmados por Wagner en algunas de sus óperas. Muy posiblemente, hagan falta todas ellas, porque si de algo adolece la actual cultura alicantina es de desprecio a su pasado, ignorancia de su presente y ese ubicuo amiguismo y compadreo con los políticos de la cultura que siempre van, como los políticos de las obras públicas, al beneficio de su propio bolsillo. Del mismo modo, la renovación es necesaria en la mayor parte de los puntos cardinales de la escasa cultura alicantina, si es necesario, como postuló Wagner valientemente, mediante la revolución social.

     Estamos más concienciados que nunca de que la obra de Wagner no solo nos permite disfrutar de un aspecto eterno en el carácter de la creación, sino que fomenta inquietudes e ideales en una época en la que estamos sumidos en una escasez casi total de ellos. El Anillo de Wagner, es una crítica en esencia sobre la sociedad industrial y sus abusos, que perfectamente podría extrapolarse a los abusos de la sociedad actual que especula con el progreso a costa del medio humano, abusos a los que tan acostumbrados estamos hoy en día, ya sea por la burbuja inmobiliaria o por la corrupción política e institucional. Proyectos muy alejados y de nulo valor, sobre todo cultural, comparados con la idea del arte total wagneriano. Recordemos que Wagner construyó su propio teatro en Bayreuth para poder llevar a cabo sus ideales al máximo nivel, tanto visual como auditivamente. La energía, densidad y vigor de sus obras, unidas a la majestuosidad de sus composiciones, nos hace comprender la vida.

     Es por todo ello que trabajamos con el propósito de emprender diversidad de acciones encaminadas a profundizar en la difusión de la obra wagneriana. Y en este sentido, queremos editar dos revistas con contenidos diferentes, una en castellano y la otra en catalán. Además de esto, tenemos la esperanza de lograr pronto reunir lo que llamaremos la nueva “Orquesta Wagneriana Revolucionaria”, para dar a conocer a nuestros compositores, tal y como ya se hizo en el pasado con la Orquesta Sinfónica “La Wagneriana”.

     La mayoría de asociaciones, como es nuestro caso, se reúnen en torno a “Richard Wagner Verband International” con sede en Bayreuth, que organiza un congreso anual en varias ciudades, si bien nuestra vinculación con la obra de Wagner siempre ha pretendido ir más allá de la mera audición de la música, atendiendo a la importancia de su obra teórica y estética.

     Esperamos mantener vivo el espíritu de esta Asociación de deleite y de pensamiento, que ha de mantenerse viva en nombre de Wagner pero también en nombre de la comprensión que Alicante y algunos de sus ciudadanos han tenido sobre el arte universal del que posiblemente sea el artista más grande de todos los tiempos.





Poema publicado en Requiem amb Ria

Un suspiro en una lágrima

 

Un suspiro en una lágrima


Un día triste a un lucero
mirando me hallaba en la noche,
y cruzóse una hermosa paloma
que frágil y esbelta se lo llevóse,
 
me alcé raudo y valiente
y a contra ella descargar mi ánima,
pero pronto me dijo una voz anhelante,
pronto la voz de mi alma:
 
“No es ella la que robó elegante
aquella dulce estrella sin rostro,

eres tú que al mirar anoche

recuerdas de ella un suspiro en una lágrima”.
 
José Miguel Ferrer Puche
 
  

jueves, 13 de septiembre de 2012

Premios Web Laverdad.com, seleccionada AWA


    
     Página web oficial creada para la Asociación Wagneriana de Alicante. Esta asociación, creada en 1993 con las efemérides del nacimiento del compositor alemán Richard Wagner, es una de las pocas, por no decir la única, asociación alicantina del entorno de la música clásica radicada en Alicante y enfocada a una comunidad, la de la afición a la música, por y para la provincia alicantina. La AWA publica un boletín electrónico de novedades para sus socios, estudios sobre la obra teórica de R.W., entrega varios premios internacionales, y, a partir de 2013, preparará las becas en Alicante para músicos del Conservatorio Superior de Música que deseen participar en el festival wagneriano de Bayreuth.   

     
Página Web Oficial:
 




lunes, 10 de septiembre de 2012

Poema - A Inés María Fernández Jiménez

Poema publicado en Poemas-del-Alma.



Porque olvidar es un destino,

Un caminar, un sino,

Jamás podré yo olvidarte,

Pues soy sin destino y camino,

Hombre inquieto, vaivén de mares;

 Hombre al que un suspiro llene,

Ese soy yo, sin creer en destinos,

Sin creer en caminos ni sinos,

Creyendo sólo en un presente,

En una ilusión, en un suspiro,

Sin concebir ayeres ni porqués,

Creyendo sólo en un momento,

Creyendo en ti, en tu amistad, Inés.



AWA - Asociación Wagneriana de Alicante

 

 

La Asociación Wagneriana de Alicante: busca y protección de la Obra de Arte Total.

 

La Asociación Wagneriana de Alicante nació el 22 de mayo del año 1993, de la mano de varios estudiantes alicantinos que, entusiasmados con la obra del gran compositor y creador musical, decidieron fundar en Alicante una fraternidad que congregara los ideales teóricos y musicales de Richard Wagner, y que promoviese el estudio y desarrollo del concepto de la obra de “arte total”. Parte de la inspiración nos vino dada por la lectura de las biografías de autores ingleses como Conan Doyle o Tolkien, donde se apreciaba la profunda importancia de los clubes privados en los que se compartían lo que Goethe llamaría acertadamente “afinidades electivas”. Clubes como los Inklings o Coalbiters, lectores de los Eddas islandeses, nos animaron a crear nuestra propia Asociación, palabra más adecuada en la lengua española para definir lo que en esencia también era uno de aquellos clubes ingleses o fraternidades de estudiantes alemanes. Con ello en mente, y tomando como referencia la obra y figura de Wagner, gravitamos en torno al área de estudio y ocio que nos atraía: el concepto de obra de arte total y sus ideales en una sociedad carente de ideales, donde la misma cultura se resumía a extraer dinero de las arcas públicas para poner en marcha cualquier clase de iniciativa.

     Éramos tres entusiastas de la tierra alicantina, que veíamos en el nacionalismo romántico practicado por Wagner una vinculación artística y vital con nuestro entorno, que en aquélla época, cuando aun la calle Maisonnave ostentaba frondosos árboles, nos reuníamos por diversión en el piso que pronto se convirtió en sede de nuestra Asociación, en la calle Castellar, con el fin de llevar a cabo nuestros “botellones sabáticos” en torno a la obra del maestro, con la pequeña diferencia en cuanto a las épocas modernas, de que nuestro sustrato, en lugar de las bebidas alcohólicas, era la música, la poesía, la prosa y la teoría de la obra de arte total, todo ello sin embargo no menos embriagador en manos de adolescentes.

     La Asociación, cuya labor privada y lúdica, ha seguido activa a lo largo del tiempo en Alicante a pesar de la ausencia de algunos miembros, celebrará el próximo año 2013 sus veinte años de existencia y el bicentenario del nacimiento de Wagner, pues fue fundada el mismo día del nacimiento del compositor alemán. A lo largo de este tiempo, han sido muchos los trabajos, estudios y experiencias privadas acometidas y compartidas con muchos amigos de otras las provincias. En una ciudad en la que la cultura, durante los últimos veinte años, en general ha ido unida al gasto del dinero público para poner en marcha unas u otras actividades a veces de dudoso interés salvo para los políticos de turno, nuestro reto se ha visto recompensado por el éxito de algunos de los miembros de esta Asociación, como ha sido el caso del socio fundador Artur Balder, quien ha demostrado que solo exhaustiva la formación en las diversas disciplinas del arte -conocidas son sus incursiones en la pintura, la literatura o el ensayo- podían dar lugar a una nueva revalidación del concepto de obra de arte total en su afirmación cinematográfica de los últimos años.

      Además de apoyar y contribuir a la divulgación no solo de la obra wagneriana, sino también de la de otros compositores y autores alicantinos, que tan poco apoyo institucional y de todo tipo -además de desprecio en ocasiones producto de incomprensibles envidias- reciben hoy en día en una sociedad culturalmente condenada al desamparo, en la que los mejores monumentos de nuestra historia son demolidos uno tras otro por absoluta ignorancia y desprecio al pasado, en lugar de su restauración y recuerdo. En este sentido, no puedo evitar rememorar una de las obras cumbre de Wagner, Siegfried, tercera de las cuatro óperas que componen la universal saga de El Anillo del Nibelungo. Su personaje principal es Sigfrido, un héroe cuya valentía y ausencia de miedo unidas a la forja de la legendaria espada Nothung con sus propias manos, le llevarán a derrotar al dragón Fafner según las predicciones hechas por el misterioso Viandante. Me pregunto, si quizás para ser escuchado y apoyado en tu propia ciudad natal, debes ser un héroe, no conocer el miedo, fundir metales de origen divino y fraguar con ellos un arma legendaria con la que arrebatar tesoros y derechos robados, o abatir alguna bestia infame como las que habitan en las cavernas de los pensamientos más recónditos plasmados por Wagner en algunas de sus óperas. Muy posiblemente, hagan falta todas ellas, porque si de algo adolece la actual cultura alicantina es de desprecio a su pasado, ignorancia de su presente y ese ubicuo amiguismo y compadreo con los políticos de la cultura que siempre van, como los políticos de las obras públicas, al beneficio de su propio bolsillo. Del mismo modo, la renovación es necesaria en la mayor parte de los puntos cardinales de la escasa cultura alicantina, si es necesario, como postuló Wagner valientemente, mediante la revolución social.

     Estamos más concienciados que nunca de que la obra de Wagner no solo nos permite disfrutar de un aspecto eterno en el carácter de la creación, sino que fomenta inquietudes e ideales en una época en la que estamos sumidos en una escasez casi total de ellos. El Anillo de Wagner, es una crítica en esencia sobre la sociedad industrial y sus abusos, que perfectamente podría extrapolarse a los abusos de la sociedad actual que especula con el progreso a costa del medio humano, abusos a los que tan acostumbrados estamos hoy en día, ya sea por la burbuja inmobiliaria o por la corrupción política e institucional. Proyectos muy alejados y de nulo valor, sobre todo cultural, comparados con la idea del arte total wagneriano. Recordemos que Wagner construyó su propio teatro en Bayreuth para poder llevar a cabo sus ideales al máximo nivel, tanto visual como auditivamente. La energía, densidad y vigor de sus obras, unidas a la majestuosidad de sus composiciones, nos hace comprender la vida.

     Es por todo ello que trabajamos con el propósito de emprender diversidad de acciones encaminadas a profundizar en la difusión de la obra wagneriana. Y en este sentido, queremos editar dos revistas con contenidos diferentes, una en castellano y la otra en catalán. Además de esto, tenemos la esperanza de lograr pronto reunir lo que llamaremos la nueva “Orquesta Wagneriana Revolucionaria”, para dar a conocer a nuestros compositores, tal y como ya se hizo en el pasado con la Orquesta Sinfónica "La Wagneriana".

     La mayoría de asociaciones, como es nuestro caso, se reúnen en torno a “Richard Wagner Verband International” con sede en Bayreuth, que organiza un congreso anual en varias ciudades, si bien nuestra vinculación con la obra de Wagner siempre ha pretendido ir más allá de la mera audición de la música, atendiendo a la importancia de su obra teórica y estética.

     Esperamos mantener vivo el espíritu de esta Asociación de deleite y de pensamiento, que ha de mantenerse viva en nombre de Wagner pero también en nombre de la comprensión que Alicante y algunos de sus ciudadanos han tenido sobre el arte universal del que posiblemente sea el artista más grande de todos los tiempos.



miércoles, 5 de septiembre de 2012

Hipocresía y controversia: las reliquias de Parsifal

Hipocresía y controversia: exhumando
las reliquias de Parsifal
en la tumba del arte total

Por José Miguel Ferrer Puche
Presidente de la Asociación Wagneriana de Alicante
Enviado especial a los Festivales de Bayreuth 2012

El verano de 1845, sería el caldo de cultivo de una importante fuente de ideas e inspiraciones. Wagner leyó el poema épico medieval del siglo XIII Parzivál de Wolfram von Eschenbach, sobre la vida de este caballero de la corte del Rey Arturo y su búsqueda del Santo Grial. Doce años más tarde, el Viernes Santo de 1857, encontrándose en Zúrich, se le ocurrió la idea de adaptar la obra a nivel poético-musical. Wagner no volvería a trabajar en Parsifal hasta pasados ocho años, durante los cuales completó Tristán e Isolda y empezó Los Maestros Cantores de Nuremberg. En agosto de 1865, cuando Wagner todavía estaba en Munich, comenzó bajo demanda del rey Ludwig a escribir su autobiografía Mein Leben, al mismo tiempo que escribió el primer boceto completo en prosa de Parsifal. Tras este primer boceto, Wagner abandonaría de nuevo el proyecto y dedicaría la mayor parte de sus energías al ciclo de El Anillo del Nibelungo; doce años más tarde terminaría Parsifal.
    
     Parsifal es la magistral culminación de una vida rica en experiencia musical y espíritu reformista en el mundo de la ópera, que aún conserva, por supuesto, su fuerza. La importancia de la riqueza intelectual que se oculta, capa sobre capa, en torno a la imaginería de esta última ópera, nos muestra la importancia que ha tenido no solo en la música, sino en la literatura moderna y contemporánea. La visitación de la “mitología cristiana” se ha exhumado como una epifanía a lo largo de las décadas, con influencias sobre autores modernos (Theodor W. Adorno, Hans Knapperbusch, Siegfried Krakauer), o contemporáneos (Sven Friedrich, Werner Huemer, Artur Balder). 
    

     Los últimos años de la vida de Wagner se vieron influidos por dos factores, la fundación del periódico wagneriano Bayreuther Blätter, en enero de 1878, y la creación de la más sublime y emocional de sus obras: Parsifal. Terminó la obra el 13 de enero de 1882 y el estreno se celebró durante el segundo festival de Bayreuth, el 26 de julio de 1882. Dirigió Hermann Levi; la obra se representó dieciséis veces aquel verano.

Parsifal, Festival de Bayreuth 2012


“Wagner leyó el épico poema
medieval del siglo XIII Parzivál
de Wolfram von Eschenbach,
sobre la vida de este caballero
de la corte del Rey Arturo y
su búsqueda del Santo Grial.”


“Parsifal es lamagistral culminación de una vida rica en experiencia musical y espíritu reformista en el mundo de la ópera, que aún conserva, por supuesto, su fuerza.”
   


   
     Estamos ante la última representación de este año 2012 en Bayreuth, la de Parsifal. La producción actual por Stefan Herheim resulta extraordinaria, retrata las secuelas de la Alemania desde antes de la Primera Guerra Mundial, hasta la Segunda. Parsifal representa el verdadero espíritu del país, es un montaje hipervisual, caleidoscópico. Es una producción en la que se juega con el tiempo. En el Acto I, en ese interludio orquestal maravilloso donde Gurnemanz y el joven Parsifal marchan de viaje juntos a la ceremonia del Santo Grial, vemos a Herzeleide dar a luz, con Kundry actuando como partera. Las imágenes de los soldados de la Segunda Guerra Mundial aparecen proyectadas sobre el telón de fondo. Sus contrapartes entran en el escenario en forma de coro, balanceándose suavemente de lado a lado en una escena inmensamente poderosa en la que el águila alemana aparece en lugar del cisne de Parsifal. Así termina el primer acto después de casi dos horas de música y magia de escenario notable.
 
     El acto II comienza con los soldados heridos y termina con banderas nazis, las tropas de asalto y la aparición de Klingsor en el balcón de la casa Wahnfried de Bayreuth, un diseño usado aquí como un conjunto de gran parte de la ópera. Klingsor, vestido con peluca rubia, medias y ligueros, levanta su lanza, las luces se apagan y Parsifal rompe el hechizo. Mientras tanto, Kundry ha aparecido con un vestido rojo, después con uno  blanco y, finalmente vestido como Klingsor, pero con alas azules, como un ángel listo para seducir a Parsifal. La ceremonia del grial se transfiere ahora al Bundesrat, en Bonn, y un gran espejo circular inclinado detrás del conjunto nos permite ver todo desde arriba. El ataúd de Titurel está cubierto con la bandera alemana y, cuando Parsifal lleva a cabo la ceremonia, el espejo se inclina poco a poco para que podamos empezar a vernos a nosotros mismos; el público participa en este gran momento de renovación y limpieza del espíritu alemán.


Parsifal, Festival de Bayreuth 2012

      En cuanto a la interpretación, Burkhard Fritz cantó un Parsifal potente aunque flaqueó en los momentos finales. Burkhard pasa del Walther de la edición de Los Maestros Cantores de Nuremberg de 2011 a Parsifal, desbancando al dudoso Simon O’Neill. Susan Maclean actuó como Kundry, y empeora, incluso hizo “trampas” para llegar en ciertas ocasiones, sin conseguirlo, ¿otra vez falta de presupuesto?… Se nota que en Bayreuth las entradas están vendidas de antemano. Thomas Jesatko hizo un Klingsor siniestro y correcto, igual que Diógenes Randes participando con la voz de Titurel. Detlef Roth fue un Amfortas simpático y tremendamente potente. Kwangchul Youn hizo un contundente Gurnemanz, interpretando el papel con seriedad, se puede decir que como los buenos caldos, gana con el tiempo en soberanía y articulación textual; El coro estuvo magnífico; De Philippe Jordan podemos decir que llevó la dirección con mano segura desde el foso, sin embargo, he echado de menos ese toque solemne y sencillo, casi franciscano, que ejecuta con una eficacia sobrecogedora el maestro milanés Daniele Gatti. Jordan es joven, sin embargo, seguro que con los años nos ofrecerá un Parsifal más reflexivo, es un director magnífico. En general, hemos mejorado y eso ya es mucho, pero sin dejarnos una sensación tampoco extraordinaria.   

Parsifal, Festival de Bayreuth 2012
 

“Parsifal representa el verdadero
espíritu del país, es un montaje
hipervisual, caleidoscópico (…)”


“(…) la nueva producción
escenográfica de Parsifal 2016 será
dirigida por el radical artista alemán Jonathan Meese. Y, ¿adivinen qué?
¡Meese ama las esvásticas!”


      


     Como anécdota, mencionar que las cosas en Bayreuth se ponen de lo más curiosas. Después de que el bajo-barítono Yevgeny Nikitin tuviera que apartarse de la  producción de Der fliegende Holländer a raíz de la antigua esvástica tatuada en su pecho, Katharina Wagner y Eva Wagner-Pasquier han anunciado que la nueva producción escenográfica de Parsifal 2016 será dirigida por el radical artista alemán Jonathan Meese. Y, ¿adivinen qué? ¡Meese ama las esvásticas! El artista es conocido por usarlas junto con imágenes nazis en su arte, es provocativo pero también uno de los nuevos rostros del arte contemporáneo en Alemania. A todo esto hay que añadirle que Meese tiene muy poca experiencia en dirigir óperas. Nacido en Japón en 1970, se ha caracterizado hasta ahora por su espectacular obra pictórica, que ha expuesto en ferias de arte vanguardista como la Biennale berlinesa. Parsifal ya ha tenido en el pasado controvertidas puestas en escena en Bayreuth, como la del fallecido Christoph Schlingensief, que fue estrenada en 2004 y se llevó fuertes abucheos, veremos si se repiten las escenas, pero lo hagan o no, la hipocresía y el escándalo parecen ir de la mano en el Bayreuth de Katharina y Eva Wagner.
 
     Nos alegramos de que se anunciara que las puertas no están del todo cerradas a Evgeny Nikitin en espera, eso sí, de nuevas y satisfactorias explicaciones de sus tatuajes, me pregunto… ¿Qué más explicaciones puede dar este hombre?

     Por último decir que en el año 2017 tendremos una nueva representación de Los Maestros Cantores de Nuremberg y, en el 2018 un nuevo Lohengrin, dirigido por Christian Thielemann. En el 2019 se representará Tannhäuser y no será hasta el año 2020 cuando tengamos un nuevo Anillo.



viernes, 31 de agosto de 2012

Little Spain en el diario El PAÍS (¡SIN CENSURAS!)

¡PÁRRAFOS EN NARANJA CENSURADOS EN EL DIARIO EL PAIS!

Little Spain florece en Manhattan:
Hace cinco años hubo gente que se rió de las aspiraciones cinematográficas, y por ende de arte total, de Artur Balder, nuestro honorable socio fundador de la Asociación Wagneriana de Alicante. Sin embargo, el pasado domingo 26 de agosto de 2012, día de máxima difusión de su tirada, el diario El País publicó esta crónica que celebraba el triunfo sin ambages de una aportación importantísima para la historia del cine documental. El País, 26/8/2012, 1.200.000 ejemplares de la tirada en papel, más de 10 millones de lectores de dicha tirada. Audax Fortuna juvat.  

Desfile de españoles de la cofradía de la iglesia de Guadalupe. 
                                                                        / Spanish Benevolent Society of New York Archive

     
Cuando el escritor cubano Reinaldo Arenas conoció Manhattan en 1980, sintió que estaba en una especie de Habana en todo su esplendor, con fabulosos teatros, restaurantes de todo tipo e inmensos mercadillos populares. La influencia del Nueva York hispano no ha parado de crecer, hasta engullir culturalmente al anglosajón. El investigador de la Columbia University, Claudio Iván Remeseira lo corrobora en su obra Hispanic New York, cuya portada emula un mapa bromista pero significativo: al norte de la ciudad, República Dominicana; al sur, México y Puerto Rico; al este, Ecuador y Colombia; al Oeste Cuba; y en pleno corazón de Manhatan, casi comprimida por el resto, España. La colonia española ha sobrevivido a los años a pesar de su pequeño tamaño y mantiene su identidad. 

     En realidad, el barrio español, conocido como Little Spain, abarca poco más de una calle, la 14, entre la avenida séptima y la octava, colindante con los reputados barrios de Chelsea y West Village. Una bandera española, junto a otra estadounidense coronan la fachada rojiza del Centro Español de Manhattan, un colectivo sin ánimo de lucro, cuyo restaurante, La Nacional, es el centro neurálgico del barrio y el punto de encuentro de todos los peninsulares que residen en la gran manzana. Desde el Centro Español de la 14 y, paralelamente, desde la Spanish Benevolent Society of New York, sociedad filantrópica fundada en 2008 para recuperar la memoria histórica, los españoles están tomando conciencia como colectivo y reivindicando la historia de sus predecesores en la ciudad. 

El anuncio de portada se refiere al gran baile que organizaba 'la Nacional'.
 (Cortesía de Artur Balder). / Spanish Benevolent Society of New York Archive









     ---censured---Los españoles llegaron a Nueva York en varias oleadas y se organizaron para ayudar a los recién llegados. A partir de los años noventa, el sentimiento de grupo se dispersó, pero actualmente, el sentimiento identitario está resurgiendo, como contrapunto a un abrumador influjo hispanoamericano. Desde el Centro Español de la 14, los españoles están tomando conciencia como colectivo y reivindicando la historia de sus predecesores en la ciudad.---censured--- Su objetivo es difundir el espíritu de fraternidad y solidaridad entre los residentes españoles de Estados Unidos. Lo están consiguiendo, y la mejor prueba es la proliferación de novelas, investigaciones, archivos fotográficos y documentales que sus miembros están llevando a cabo. Además, a través de la Spanish Benevolent Society of New York, sociedad filantrópica fundada en 2008 para recuperar la memoria histórica, ha impulsado el Premio Internacional Spanish-American (valorado en 65.000 dólares), otorgado a artistas e intelectuales que contribuyan al conocimiento y divulgación de la historia de los españoles en Nueva York. Este año ha sido galardonado con el premio el escritor Artur Balder (Alicante, 1974), por su documental Little Spain, la mayor obra realizada hasta ahora sobre el barrio español de la 14. La investigadora británica Kirsty Hooper, ha recibido la mención de honor de la sociedad por sus estudios sobre emigración española y literatura galaica, comenta en conversación telefónica el secretario de la sociedad, Dan Castaneda.


     La inmigración española a Manhattan comenzó a mediados del XIX, tomó impulso con la pérdida de Cuba en 1898 y en el siglo XX registró otro influjo a raíz de la Guerra Civil y la posguerra. "En mi documental, se narra la historia, muy poco conocida, de los primeros conquistadores españoles de Manhattan", explica Balder, que además de director, es novelista y estudioso de “la cultura Spanish American”. Como afirma, pocos saben que existió un Little Spain, como el Little Italy retratado por el cine de gangsters, barrio del que hoy solo quedan las decenas de restaurantes italianos. Con el primer flujo de españoles llegaron muchos marinos mercantes a los muelles de Chelsea, controlados por irlandeses e italianos, que les dieron trabajo y con los que se integraron en perfecta armonía. Tras la Guerra Civil, otra oleada llegó a la ciudad viciada de dilemas ideológicos. “A los republicanos no les gustaba que los franquistas exhibieran abiertamente su ideología, y viceversa”, comenta Balder. En los años cincuenta y sesenta, la calle 14 de Manhattan ya estaba llena de negocios textiles, librerías, y restaurantes españoles, como El Coruña, La Bilbaína o Café Madrid .


La Asociación de las Hija de María Inmaculada. En la marquesina de los cines detrás de este desfile se puede leer: “All Spanish Program” (foto exclusiva para El País, cortesía de Artur Balder). / Spanish Benevolent Society of New York Archive
     
    
     Balder tardó un año y medio en recopilar el material fotográfico y los testimonios y rastreó 18 archivos, muchos de ellos privados. Desde los años setenta la comunidad española sufrió varias reyertas internas. El impacto de las drogas fue nefasto y tuvo como consecuencia espectaculares redadas y tiroteos. Balder descubrió una serie de fotos que reflejan el estado en que quedó el restaurante El Coruña (ubicado en 249 West 14th Street) en 1982, tras el tiroteo producido entre el FBI y los mafiosos españoles que guardaban un importante alijo de droga. Aquella década marcó el principio de la decadencia de Little Spain. “Era como en El Padrino, pero con españoles como protagonistas”, afirma en conversación telefónica Dan Castaneda, secretario de la Spanish Benevolent Society.

     ---censured---La historia se repite. De la misma forma que los emigrantes españoles decidieron exiliarse por razones económicas, hoy otros miles de españoles deciden buscar una nueva vida en la ciudad más famosa del mundo. El mismo Balder decidió instalarse en la Gran Manzana para buscar nuevas y mejores oportunidades. En 2007 decidió probar suerte en la urbe “dura, salvaje y compleja” y en uno de sus paseos por Manhattan, se topó fortuitamente con la bandera española que ondea en la fachada del Centro. Allí contactó con el abogado Robert Sanfiz, uno de los principales responsables de la resurrección que ha experimentado Little Spain.---censured---

     En los noventa, el aumento del precio de los inmuebles obligó a muchos españoles a trasladarse a otras zonas más baratas como Queens y el Bronx. En el año 2000 solo quedaban 20 miembros. En 2006 el mítico edificio de la 14, situado en el 239 oeste, se iba a vender y la poca unión que quedaba parecía condenada a la disolución. Pero gracias al apoyo de abogados y gestores como Robert Sanfiz la extinción de la antigua sociedad no significó el fin de la comunidad española. Su gestión salvó al edificio de la venta especulativa y reactivó la existencia de Little Spain, a través del nuevo Centro Español, el Club Social y la Spanish benevolent Sopciety of New York, un centro de investigación y recuperación del patrimonio de la comunidad española. El edificio se recuperó como centro de interés histórico y encuentro social, mientras que la sociedad comenzó a reclutar a intelectuales y artistas interesados en reivindicar la historia del barrio. Hoy ronda los 500 miembros y sigue creciendo. “Salvaron nuestro símbolo más emblemático”, comenta Balder.

     Robert de Niro vivía al lado de la calle 14 y guarda muy buen recuerdo de su convivencia con los españoles. Dan Castaneda. 

     El director alicantino quedó fascinado con la historia del barrio y, gracias a la ayuda de Sanfiz, comenzó a vivir en el edificio de la 14, con el objetivo de recopilar materiales y realizar un documental. Contó con la ayuda de productores y filántropos, como el valenciano Julio Mayordomo (actual director del Centro Español), que respaldaron el proyecto. “Entre todos, y sin ninguna ayuda por parte de ninguna institución cultural española, fuimos capaces de adquirir las fotos más importantes del antiguo barrio y producir Little Spain: un siglo de historia”, comenta agradecido Balder, “me di cuenta de que el verdadero espíritu del centro era la confraternidad de los emigrantes establecidos a los que venían de nuevos”.

Desfile conmemorativo de la asociación Nuestra Señora de Lourdes. En el cartel puede leerse “Primer centenario 1858-1958”. (Cortesía de Artur Balder). / Spanish Benevolent Society of New York Archive

     Actualmente, el cineasta se encuentra rodando Cuentos de la calle 14, la segunda parte de Little Spain, donde narra las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, una época marcada por las luchas entre las sociedades rivales. “Robert de Niro vivía al lado, en el 219 oeste de la calle 14 y guarda muy buen recuerdo de su convivencia con los españoles. Nos prestó varias fotos de su infancia en las que sale el barrio”, comenta Dan Castaneda, secretario de la Spanish Benevolent Society. La sociedad tiene entre sus planes cerrar la trilogía con un tercer documental, pero de momento no disponen de fondos.

     ---censured---Castaneda asegura que los organismos públicos españoles han ignorado completamente la iniciativa de los españoles neoyorquinos: “Quizás a la derecha no le conviene que se cuente la historia de los exiliados del franquismo. Es curioso que estamos recibiendo mucho más apoyo por parte de las autoridades norteamericanas que por parte de las españolas”. También denuncia la pasividad de Javier Rioyo, actual director del Instituto Cervantes en Nueva York, -"su institución solo apoya a unos cuantos privilegiados"-, y el "desprecio" mostrado por el anterior cónsul español en la ciudad, Fernando Villalonga: "Dejó claro que no quiere mover un dedo por la divulgación del archivo atesorado de Little Spain, sin embargo, tiene presupuesto para toda clase de cachivaches de arte contemporáneo en las 101 salas de exposiciones de Madrid... Y así es: es mejor que la gente no piense y que no recuerde".---censured---
    
          A partir de la crisis y a pesar de lo difícil que es obtener el visado en Estados Unidos, muchos más españoles están llegando a Nueva York en busca de nuevas oportunidades laborales. La comunidad española crece y se alimenta de los recién llegados. Mientras la nueva Little Spain resurge de las cenizas, sus miembros luchan por recordar a las viejas generaciones y ayudar a las nuevas. “Recuperar la memoria histórica es un valor que no debería ser soslayado por ninguna tendencia política”, denuncia Balder. Y menos, una historia tan emocionante como esta. “Me encantaría que se rodase una película como El Padrino, que contara nuestra historia”, comenta Castaneda.

     Argumento y talento no faltan. La pregunta que ronda su cabeza es: ¿Quiénes serían los nuevos Scorsese y De Niro que diesen vida a la saga española de Nueva York?



VERSIÓN EN PAPEL, EL PAÍS (26/08/2012):

MANHATTAN REVIVE LITTLE SPAIN.
DOS INSTITUCIONES RECUPERAN LA OBRA DE EMIGRANTES ESPAÑOLES EN NUEVA YORK: