martes, 28 de diciembre de 2010

La Voz de Galicia: "La cinta «Little Spain» destaca la prosperidad de los fugitivos de España en un distrito hoy desaparecido"

Por Beatriz Pallas.

El autor de El Evangelio de la Espada está a punto de estrenar su primer largometraje: una cinta que descubre un distrito hoy casi extinto en Manhattan, pero que cuenta con más de cien años de historia: "Little Spain".

Hay distritos en Manhattan que sobreviven a la globalización como pequeñas islas independientes donde se habla italiano o las hamburgueserías se rotulan con caracteres chinos. Hubo un tiempo en el que, al oeste del barrio de Chelsea y al norte de West Village, en un segmento de la calle 14, el idioma oficial era el español y muchos gallegos prosperaban allí con sus negocios. Una zona en la que, cada 25 de julio, se celebraba por todo lo alto en las calles el Día del Apóstol. Era el barrio conocido como Little Spain, hoy desaparecido pero recuperado ahora para el recuerdo con un documental del mismo nombre dirigido por el alicantino Artur Balder.

«En los tiempos de la edad dorada, entre los años cuarenta y finales de los sesenta, Little Spain era un barrio con personalidad propia como lo fue Little Italy: un restaurante español tras otro (las fotos muestran el Café Madrid, los restaurantes Bilbaína, Valencia, Coruña, entre muchos otros) famosos comercios y librerías. Los cines del vecindario, y esto lo muestran también las fotos, ofrecían All spanish program, lo que refleja que los españoles ocupaban densamente la zona», explica Artur Balder, que ha estrenado en Nueva York su producción.

Según el director, dentro de este barrio la comunidad gallega fue «probablemente la más importante». «Los gallegos conquistaron Manhattan en muchos aspectos. Lograron establecerse y muchos de ellos lo hicieron de manera próspera, fundando negocios de toda índole que aún a día de hoy siguen abiertos. Tal es el caso del restaurante El Faro, fundado en 1927», explica Balder, que ha recogido para su trabajo numerosos testimonios y fotografías históricas.

Entre las personas que aparecen en el documental Little Spain figuran, precisamente, los propietarios del restaurante El Faro, local que todavía hoy sigue abierto al público en el 823 de la calle Greenwich.

El restaurante, que alcanzó tres estrellas en la crítica gastronómica del New York Times , tuvo a lo largo de la historia una clientela de lo más variopinta, entre ellos estrellas de Hollywood como Marlon Brando. Marineros gallegos, políticos españoles exiliados y miembros del gobierno local frecuentaban este local, que en tiempos de la ley seca se convirtió en lugar de bebida clandestina y después fue bodega portuaria especializada en productos españoles.

La Voz de Galicia: "La cinta «Little Spain» destaca la prosperidad de los fugitivos de España en un distrito hoy desaparecido"

Por Beatriz Pallas.

El autor de El Evangelio de la Espada está a punto de estrenar su primer largometraje: una cinta que descubre un distrito hoy casi extinto en Manhattan, pero que cuenta con más de cien años de historia: "Little Spain".

Hay distritos en Manhattan que sobreviven a la globalización como pequeñas islas independientes donde se habla italiano o las hamburgueserías se rotulan con caracteres chinos. Hubo un tiempo en el que, al oeste del barrio de Chelsea y al norte de West Village, en un segmento de la calle 14, el idioma oficial era el español y muchos gallegos prosperaban allí con sus negocios. Una zona en la que, cada 25 de julio, se celebraba por todo lo alto en las calles el Día del Apóstol. Era el barrio conocido como Little Spain, hoy desaparecido pero recuperado ahora para el recuerdo con un documental del mismo nombre dirigido por el alicantino Artur Balder.

«En los tiempos de la edad dorada, entre los años cuarenta y finales de los sesenta, Little Spain era un barrio con personalidad propia como lo fue Little Italy: un restaurante español tras otro (las fotos muestran el Café Madrid, los restaurantes Bilbaína, Valencia, Coruña, entre muchos otros) famosos comercios y librerías. Los cines del vecindario, y esto lo muestran también las fotos, ofrecían All spanish program, lo que refleja que los españoles ocupaban densamente la zona», explica Artur Balder, que ha estrenado en Nueva York su producción.

Según el director, dentro de este barrio la comunidad gallega fue «probablemente la más importante». «Los gallegos conquistaron Manhattan en muchos aspectos. Lograron establecerse y muchos de ellos lo hicieron de manera próspera, fundando negocios de toda índole que aún a día de hoy siguen abiertos. Tal es el caso del restaurante El Faro, fundado en 1927», explica Balder, que ha recogido para su trabajo numerosos testimonios y fotografías históricas.

Entre las personas que aparecen en el documental Little Spain figuran, precisamente, los propietarios del restaurante El Faro, local que todavía hoy sigue abierto al público en el 823 de la calle Greenwich.

El restaurante, que alcanzó tres estrellas en la crítica gastronómica del New York Times , tuvo a lo largo de la historia una clientela de lo más variopinta, entre ellos estrellas de Hollywood como Marlon Brando. Marineros gallegos, políticos españoles exiliados y miembros del gobierno local frecuentaban este local, que en tiempos de la ley seca se convirtió en lugar de bebida clandestina y después fue bodega portuaria especializada en productos españoles.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Artur Balder descubre en su documental el desconocido distrito español de la Gran Manzana


Por Álvaro Oyanguren y Javier Cavanilles, El Mundo, Cultura

Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que en las calles de Nueva York albergaban un barrio en el que uno se podía sentir como si estuviera en una provincia española. No sólo por la presencia de restaurantes españoles, cines con programa español, iglesias con misa en castellano o comercios con productos 100% made in Spain; sino porque, además, prácticamente sólo se hablaba castellano.
En medio de los rascacielos se cobijaba una zona con ambiente español, en el que se celebraban fiestas propias y que posee todavía su propio centro cultural. Una colonia ubicada en la parte oeste de la calle 14 de Manhattan, entre las avenidas séptima y octava, en la que se construyó una esperanza de vivir el sueño americano para miles de españoles que emigraron en busca de una vida mejor desde los años 50 hasta los 80.

Una esperanza con nombre propio: Little Spain. Fue fundada por miles de obreros y jornaleros de Galicia y la cornisa cantábrica que buscaban una vida mejor, dejando atrás la Guerra Civil Española y su consecuente posguerra. Se calcula que en los años 30 residían entre 25.000 y 30.000 españoles en Nueva York.

Más de 400 entrevistados y fotografías inéditas

 

La 'Pequeña España', tristemente desparecida en los noventa, vuelve para quedarse en la memoria histórica de la mano del documental Little Spain. Se trata del primer documental que saca a la luz pública más de 130 años de historia, a través de los recuerdos de los 8 entrevistados y más de 400 fotografías y documentos inéditos, que según su director, Artur Balder "habían pasado desapercibidos sin dejar apenas huellas razonadas". En 2011 se estrenará su propia miniserie de televisión, con 4 capítulos.

La idea nació cuando Artur Balder, acudió a la ciudad que nunca duerme para seguir un curso en el Herbert Berghof Studio en el que "someterse a una experiencia actoral" que le ayudara a dirigir mejor a sus actores. Fue allí donde tropezó con la fachada en ruinas de Nuestra Señora de Guadalupe.
"Se trataba de los últimos vestigios de una importante presencia española" que aún perduran del barrio español en Manhattan, confiesa Balder, junto con la Spanish Benevolent Society también conocida como la Nacional. Posteriormente supo que el club español de Nueva York estaba atravesando por momentos difíciles.

La Nacional en Manhattan

 

La Nacional se mantenía a duras penas después de seguir en activo desde que se fundó en 1869 y haber tenido hasta 9.000 miembros. "Cuando un español llegaba a Manhattan, La Nacional era el primer lugar al que acudía para tener algo de comida y buscar trabajo. Nos ayudábamos unos a otros. Ya nada es así�" cuenta Francisco Santamaría, uno de los ocho entrevistados y miembro de La Nacional desde 1956.

Fue la ayuda de Robert Sanfiz, secretario de la sociedad y abogado que la rescató de su extinción tan sólo un año atrás, lo que permitió a Balder acceder a parte del archivo de esta sociedad y descubrió que "había una gran historia que contar, en forma de documento y con testimonios".

Para su elaboración fue fundamental encontrar fotos que revelasen la actividad de los españoles en el centro de Little Spain. La pieza clave necesaria para el arranque del proyecto fue el hallazgo de 10 archivos privados inéditos con fotos de las calles desde principios de siglo.

Se trata de una obra que según el propio autor "no podía escapar a un hilo conductor surrealista, que subyace a los testimonios y a los documentos" y en la que ha utilizado un método para crear un plano "subjetivo" que discute entre el plano del pasado y el del presente.

La visita de Lorca

Ejemplo de ello es la escena en donde la actriz Alma Lee muestra el interior del legendario edificio de la Spanish Benevolent Society mientras una voz en off lee el poema Poeta en Nueva York de Federico García Lorca, como un homenaje a al poeta que lo escribió durante su estancia en Little Spain. "Little Spain está dedicada a Federico García Lorca, el inmigrante que no pudo serlo" declara Artur Balder.

Pero ¿cómo llegó a desaparecer este barrio? Intervinieron muchos factores como la droga o la entrada de inmigración latinoamericana. El declive comenzó hace 20 años. Pero todavía hoy quedan testimonios de neoyorquinos que han dado ejemplo de superación y que miran a España con nostalgia, animándola también a superarse.

Y así lo declara Joe Pérez, hijo de José Pérez, actual manager del restaurante El Faro, uno de los lugares más emblemáticos de Little Spain "España tiene que empezar a pensar en unirse para superar su crisis. Eso es algo que ha caracterizado a América. Las crisis nos ayudan a mejorar".

Artur Balder descubre en su documental el desconocido distrito español de la Gran Manzana


Por Álvaro Oyanguren y Javier Cavanilles, El Mundo, Cultura

Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que en las calles de Nueva York albergaban un barrio en el que uno se podía sentir como si estuviera en una provincia española. No sólo por la presencia de restaurantes españoles, cines con programa español, iglesias con misa en castellano o comercios con productos 100% made in Spain; sino porque, además, prácticamente sólo se hablaba castellano.
En medio de los rascacielos se cobijaba una zona con ambiente español, en el que se celebraban fiestas propias y que posee todavía su propio centro cultural. Una colonia ubicada en la parte oeste de la calle 14 de Manhattan, entre las avenidas séptima y octava, en la que se construyó una esperanza de vivir el sueño americano para miles de españoles que emigraron en busca de una vida mejor desde los años 50 hasta los 80.

Una esperanza con nombre propio: Little Spain. Fue fundada por miles de obreros y jornaleros de Galicia y la cornisa cantábrica que buscaban una vida mejor, dejando atrás la Guerra Civil Española y su consecuente posguerra. Se calcula que en los años 30 residían entre 25.000 y 30.000 españoles en Nueva York.

Más de 400 entrevistados y fotografías inéditas

 

La 'Pequeña España', tristemente desparecida en los noventa, vuelve para quedarse en la memoria histórica de la mano del documental Little Spain. Se trata del primer documental que saca a la luz pública más de 130 años de historia, a través de los recuerdos de los 8 entrevistados y más de 400 fotografías y documentos inéditos, que según su director, Artur Balder "habían pasado desapercibidos sin dejar apenas huellas razonadas". En 2011 se estrenará su propia miniserie de televisión, con 4 capítulos.

La idea nació cuando Artur Balder, acudió a la ciudad que nunca duerme para seguir un curso en el Herbert Berghof Studio en el que "someterse a una experiencia actoral" que le ayudara a dirigir mejor a sus actores. Fue allí donde tropezó con la fachada en ruinas de Nuestra Señora de Guadalupe.
"Se trataba de los últimos vestigios de una importante presencia española" que aún perduran del barrio español en Manhattan, confiesa Balder, junto con la Spanish Benevolent Society también conocida como la Nacional. Posteriormente supo que el club español de Nueva York estaba atravesando por momentos difíciles.

La Nacional en Manhattan

 

La Nacional se mantenía a duras penas después de seguir en activo desde que se fundó en 1869 y haber tenido hasta 9.000 miembros. "Cuando un español llegaba a Manhattan, La Nacional era el primer lugar al que acudía para tener algo de comida y buscar trabajo. Nos ayudábamos unos a otros. Ya nada es así�" cuenta Francisco Santamaría, uno de los ocho entrevistados y miembro de La Nacional desde 1956.

Fue la ayuda de Robert Sanfiz, secretario de la sociedad y abogado que la rescató de su extinción tan sólo un año atrás, lo que permitió a Balder acceder a parte del archivo de esta sociedad y descubrió que "había una gran historia que contar, en forma de documento y con testimonios".

Para su elaboración fue fundamental encontrar fotos que revelasen la actividad de los españoles en el centro de Little Spain. La pieza clave necesaria para el arranque del proyecto fue el hallazgo de 10 archivos privados inéditos con fotos de las calles desde principios de siglo.

Se trata de una obra que según el propio autor "no podía escapar a un hilo conductor surrealista, que subyace a los testimonios y a los documentos" y en la que ha utilizado un método para crear un plano "subjetivo" que discute entre el plano del pasado y el del presente.

La visita de Lorca

Ejemplo de ello es la escena en donde la actriz Alma Lee muestra el interior del legendario edificio de la Spanish Benevolent Society mientras una voz en off lee el poema Poeta en Nueva York de Federico García Lorca, como un homenaje a al poeta que lo escribió durante su estancia en Little Spain. "Little Spain está dedicada a Federico García Lorca, el inmigrante que no pudo serlo" declara Artur Balder.

Pero ¿cómo llegó a desaparecer este barrio? Intervinieron muchos factores como la droga o la entrada de inmigración latinoamericana. El declive comenzó hace 20 años. Pero todavía hoy quedan testimonios de neoyorquinos que han dado ejemplo de superación y que miran a España con nostalgia, animándola también a superarse.

Y así lo declara Joe Pérez, hijo de José Pérez, actual manager del restaurante El Faro, uno de los lugares más emblemáticos de Little Spain "España tiene que empezar a pensar en unirse para superar su crisis. Eso es algo que ha caracterizado a América. Las crisis nos ayudan a mejorar".

martes, 14 de diciembre de 2010

Miami. Recorriendo América News

El centro cultural Spanish Benevolent Society de Nueva York acogió la presentación de la novela “El evangelio de la espada”, de Artur Balder, una obra ambientada en la Edad Media de Carlomagno, en su cruzada por convertir a los paganos en cristianos.

Durante la presentación, se proyectó un cortometraje rodado por el escritor y realizador y centrado en la figura del protagonista de la novela, Widukind, un rebelde sajón que se enfrentó al emperador Carlomagno y a sus ejércitos durante alrededor de veinte años.
La obra, editada por Edhasa, repasa el proceso de evangelización de los paganos promovido por Carlomagno en el siglo VIII, que desencadenó un enfrentamiento largo y cruento en Europa, y sirve como espejo para no repetir los errores del pasado en la actualidad.
"En el siglo VIII se dio un proceso semejante a la globalización: Carlomagno y la Iglesia trataron de homogeneizar Centroeuropa. Era fundamental erradicar las ideas que podían ir en contra de sus intereses, y el paganismo era una de ellas", dijo el autor.

Antes y durante la realización de la novela, que le llevó tres años de trabajo, Artur Balder realizó un "largo proceso de investigación histórica", con la finalidad de conseguir una ambientación verosímil y regalar a los lectores un buen rato de ocio.

"La novela histórica requiere rigor y paciencia en su ambientación, pero estoy de acuerdo con Umberto Eco en que el público, en última instancia, tiene derecho al ocio", ha asegurado el autor, quien ha tomado al escritor italiano como referencia.

Miami. Recorriendo América News

El centro cultural Spanish Benevolent Society de Nueva York acogió la presentación de la novela “El evangelio de la espada”, de Artur Balder, una obra ambientada en la Edad Media de Carlomagno, en su cruzada por convertir a los paganos en cristianos.

Durante la presentación, se proyectó un cortometraje rodado por el escritor y realizador y centrado en la figura del protagonista de la novela, Widukind, un rebelde sajón que se enfrentó al emperador Carlomagno y a sus ejércitos durante alrededor de veinte años.
La obra, editada por Edhasa, repasa el proceso de evangelización de los paganos promovido por Carlomagno en el siglo VIII, que desencadenó un enfrentamiento largo y cruento en Europa, y sirve como espejo para no repetir los errores del pasado en la actualidad.
"En el siglo VIII se dio un proceso semejante a la globalización: Carlomagno y la Iglesia trataron de homogeneizar Centroeuropa. Era fundamental erradicar las ideas que podían ir en contra de sus intereses, y el paganismo era una de ellas", dijo el autor.

Antes y durante la realización de la novela, que le llevó tres años de trabajo, Artur Balder realizó un "largo proceso de investigación histórica", con la finalidad de conseguir una ambientación verosímil y regalar a los lectores un buen rato de ocio.

"La novela histórica requiere rigor y paciencia en su ambientación, pero estoy de acuerdo con Umberto Eco en que el público, en última instancia, tiene derecho al ocio", ha asegurado el autor, quien ha tomado al escritor italiano como referencia.