lunes, 24 de septiembre de 2012

Poema publicado en la revista SOL NEGRO

UN TEXTO DEL POETA ALICANTINO JOSÉ MIGUEL FERRER PUCHE

 



Por un beso... (A Bécquer)

Por una intuición, un suspiro;
Por una palabra, una ilusión;
Por una mirada, un mundo;
Por una sonrisa, mi vida;

Pues... ¿Qué puedo dar yo por un beso
Si ya sin mundo y vida quedé,
Y sin ellos, el beso es del amor
Tan solo ya una triste canción?...



José Miguel Ferrer Puche nació en Alicante el 22 de junio de 1973. Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Alicante. Además, tiene estudios en distintas disciplinas: como en la rama técnica, en Ingeniería Técnica en Informática de Gestión; o en la rama de la sanidad, en Imagen para el Diagnóstico o Radiodiagnóstico. Es poeta, ensayista literario y fotógrafo profesional. Actualmente es Presidente de la Asociación Wagneriana de Alicante, y compagina su trabajo como colaborador de la revista Culturamas y de la Asociación Alicante Vivo, con sus estudios de Grado en Podología

 

sábado, 22 de septiembre de 2012

Nuestra Asociación Wagneriana de Alicante también en CULTURAMAS:

  La Asociación Wagneriana de Alicante: Una historia de ideales.

 Por José Miguel Ferrer Puche.


La Asociación Wagneriana de Alicante nació el 22 de mayo del año 1993, de la mano de tres estudiantes alicantinos: Artur Balder, David Noratón y el que firma este artículo, José Miguel Ferrer Puche, que entusiasmados con la obra del gran compositor y creador musical, decidieron fundar en Alicante una fraternidad que congregara los ideales teóricos y musicales de Richard Wagner, y que promoviese el estudio y desarrollo del concepto de la obra de “arte total”. Parte de la inspiración nos vino dada por la lectura de las biografías de autores ingleses como Conan Doyle o Tolkien, donde se apreciaba la profunda importancia de los clubes privados en los que se compartían lo que Goethe llamaría acertadamente “afinidades electivas”. Clubes como los Inklings o Coalbitters, lectores de los Eddas islandeses, nos animaron a crear nuestra propia Asociación, palabra más adecuada en la lengua española para definir lo que en esencia también era uno de aquellos clubes ingleses o fraternidades de estudiantes alemanes. Con ello en mente, y tomando como referencia la obra y figura de Wagner, gravitamos en torno al área de estudio y ocio que nos atraía: el concepto de obra de arte total y sus ideales en una sociedad carente de ideales, donde la misma cultura se resumía a extraer dinero de las arcas públicas para poner en marcha cualquier clase de iniciativa.

     Éramos tres entusiastas de la tierra alicantina, que veíamos en el nacionalismo romántico practicado por Wagner una vinculación artística y vital con nuestro entorno, que en aquélla época, cuando aun la calle Maisonnave ostentaba frondosos árboles, nos reuníamos por diversión en el piso que pronto se convirtió en sede de nuestra Asociación, en la calle Castellar, con el fin de llevar a cabo nuestros “botellones sabáticos” en torno a la obra del maestro, con la pequeña diferencia en cuanto a las épocas modernas, de que nuestro sustrato, en lugar de las bebidas alcohólicas, era la música, la poesía, la prosa y la teoría de la obra de arte total, todo ello sin embargo no menos embriagador en manos de adolescentes.

     La Asociación, cuya labor privada y lúdica, ha seguido activa a lo largo del tiempo en Alicante a pesar de la ausencia de algunos miembros, celebrará el próximo año 2013 sus veinte años de existencia y el bicentenario del nacimiento de Wagner, pues fue fundada el mismo día del nacimiento del compositor alemán. A lo largo de este tiempo, han sido muchos los trabajos, estudios y experiencias privadas acometidas y compartidas con muchos amigos de otras provincias. En una ciudad en la que la cultura, durante los últimos veinte años, en general ha ido unida al gasto del dinero público para poner en marcha unas u otras actividades a veces de dudoso interés salvo para los políticos de turno, nuestro reto se ha visto recompensado por el éxito de algunos de los miembros de esta Asociación, como ha sido el caso del socio fundador ArturBalder, quien ha demostrado que solo la exhaustiva formación en las diversas disciplinas del arte -conocidas son sus incursiones en la pintura, la literatura o el ensayo- podían dar lugar a una nueva revalidación del concepto de obra de arte total en su afirmación cinematográfica de los últimos años.


     Además de apoyar y contribuir a la divulgación no solo de la obra wagneriana, sino también de la de otros compositores y autores alicantinos, que tan poco apoyo institucional y de todo tipo -además de desprecio en ocasiones producto de incomprensibles envidias- reciben hoy en día en una sociedad culturalmente condenada al desamparo, en la que los mejores monumentos de nuestra historia son demolidos uno tras otro por absoluta ignorancia y desprecio al pasado, en lugar de su restauración y recuerdo. En este sentido, no puedo evitar rememorar una de las obras cumbre de Wagner, Siegfried, tercera de las cuatro óperas que componen la universal saga de El Anillo del Nibelungo. Su personaje principal es Sigfrido, un héroe cuya valentía y ausencia de miedo unidas a la forja de la legendaria espada Nothung con sus propias manos, le llevarán a derrotar al dragón Fafner según las predicciones hechas por el misterioso Viandante. Me pregunto, si quizás para ser escuchado y apoyado en tu propia ciudad natal, debes ser un héroe, no conocer el miedo, fundir metales de origen divino y fraguar con ellos un arma legendaria con la que arrebatar tesoros y derechos robados, o abatir alguna bestia infame como las que habitan en las cavernas de los pensamientos más recónditos plasmados por Wagner en algunas de sus óperas. Muy posiblemente, hagan falta todas ellas, porque si de algo adolece la actual cultura alicantina es de desprecio a su pasado, ignorancia de su presente y ese ubicuo amiguismo y compadreo con los políticos de la cultura que siempre van, como los políticos de las obras públicas, al beneficio de su propio bolsillo. Del mismo modo, la renovación es necesaria en la mayor parte de los puntos cardinales de la escasa cultura alicantina, si es necesario, como postuló Wagner valientemente, mediante la revolución social.

     Estamos más concienciados que nunca de que la obra de Wagner no solo nos permite disfrutar de un aspecto eterno en el carácter de la creación, sino que fomenta inquietudes e ideales en una época en la que estamos sumidos en una escasez casi total de ellos. El Anillo de Wagner, es una crítica en esencia sobre la sociedad industrial y sus abusos, que perfectamente podría extrapolarse a los abusos de la sociedad actual que especula con el progreso a costa del medio humano, abusos a los que tan acostumbrados estamos hoy en día, ya sea por la burbuja inmobiliaria o por la corrupción política e institucional. Proyectos muy alejados y de nulo valor, sobre todo cultural, comparados con la idea del arte total wagneriano. Recordemos que Wagner construyó su propio teatro en Bayreuth para poder llevar a cabo sus ideales al máximo nivel, tanto visual como auditivamente. La energía, densidad y vigor de sus obras, unidas a la majestuosidad de sus composiciones, nos hace comprender la vida.

     Es por todo ello que trabajamos con el propósito de emprender diversidad de acciones encaminadas a profundizar en la difusión de la obra wagneriana. Y en este sentido, queremos editar dos revistas con contenidos diferentes, una en castellano y la otra en catalán. Además de esto, tenemos la esperanza de lograr pronto reunir lo que llamaremos la nueva “Orquesta Wagneriana Revolucionaria”, para dar a conocer a nuestros compositores, tal y como ya se hizo en el pasado con la Orquesta Sinfónica “La Wagneriana”.

     La mayoría de asociaciones, como es nuestro caso, se reúnen en torno a “Richard Wagner Verband International” con sede en Bayreuth, que organiza un congreso anual en varias ciudades, si bien nuestra vinculación con la obra de Wagner siempre ha pretendido ir más allá de la mera audición de la música, atendiendo a la importancia de su obra teórica y estética.

     Esperamos mantener vivo el espíritu de esta Asociación de deleite y de pensamiento, que ha de mantenerse viva en nombre de Wagner pero también en nombre de la comprensión que Alicante y algunos de sus ciudadanos han tenido sobre el arte universal del que posiblemente sea el artista más grande de todos los tiempos.





Poema publicado en Requiem amb Ria

Un suspiro en una lágrima

 

Un suspiro en una lágrima


Un día triste a un lucero
mirando me hallaba en la noche,
y cruzóse una hermosa paloma
que frágil y esbelta se lo llevóse,
 
me alcé raudo y valiente
y a contra ella descargar mi ánima,
pero pronto me dijo una voz anhelante,
pronto la voz de mi alma:
 
“No es ella la que robó elegante
aquella dulce estrella sin rostro,

eres tú que al mirar anoche

recuerdas de ella un suspiro en una lágrima”.
 
José Miguel Ferrer Puche
 
  

jueves, 13 de septiembre de 2012

Premios Web Laverdad.com, seleccionada AWA


    
     Página web oficial creada para la Asociación Wagneriana de Alicante. Esta asociación, creada en 1993 con las efemérides del nacimiento del compositor alemán Richard Wagner, es una de las pocas, por no decir la única, asociación alicantina del entorno de la música clásica radicada en Alicante y enfocada a una comunidad, la de la afición a la música, por y para la provincia alicantina. La AWA publica un boletín electrónico de novedades para sus socios, estudios sobre la obra teórica de R.W., entrega varios premios internacionales, y, a partir de 2013, preparará las becas en Alicante para músicos del Conservatorio Superior de Música que deseen participar en el festival wagneriano de Bayreuth.   

     
Página Web Oficial:
 




lunes, 10 de septiembre de 2012

Poema - A Inés María Fernández Jiménez

Poema publicado en Poemas-del-Alma.



Porque olvidar es un destino,

Un caminar, un sino,

Jamás podré yo olvidarte,

Pues soy sin destino y camino,

Hombre inquieto, vaivén de mares;

 Hombre al que un suspiro llene,

Ese soy yo, sin creer en destinos,

Sin creer en caminos ni sinos,

Creyendo sólo en un presente,

En una ilusión, en un suspiro,

Sin concebir ayeres ni porqués,

Creyendo sólo en un momento,

Creyendo en ti, en tu amistad, Inés.



AWA - Asociación Wagneriana de Alicante

 

 

La Asociación Wagneriana de Alicante: busca y protección de la Obra de Arte Total.

 

La Asociación Wagneriana de Alicante nació el 22 de mayo del año 1993, de la mano de varios estudiantes alicantinos que, entusiasmados con la obra del gran compositor y creador musical, decidieron fundar en Alicante una fraternidad que congregara los ideales teóricos y musicales de Richard Wagner, y que promoviese el estudio y desarrollo del concepto de la obra de “arte total”. Parte de la inspiración nos vino dada por la lectura de las biografías de autores ingleses como Conan Doyle o Tolkien, donde se apreciaba la profunda importancia de los clubes privados en los que se compartían lo que Goethe llamaría acertadamente “afinidades electivas”. Clubes como los Inklings o Coalbiters, lectores de los Eddas islandeses, nos animaron a crear nuestra propia Asociación, palabra más adecuada en la lengua española para definir lo que en esencia también era uno de aquellos clubes ingleses o fraternidades de estudiantes alemanes. Con ello en mente, y tomando como referencia la obra y figura de Wagner, gravitamos en torno al área de estudio y ocio que nos atraía: el concepto de obra de arte total y sus ideales en una sociedad carente de ideales, donde la misma cultura se resumía a extraer dinero de las arcas públicas para poner en marcha cualquier clase de iniciativa.

     Éramos tres entusiastas de la tierra alicantina, que veíamos en el nacionalismo romántico practicado por Wagner una vinculación artística y vital con nuestro entorno, que en aquélla época, cuando aun la calle Maisonnave ostentaba frondosos árboles, nos reuníamos por diversión en el piso que pronto se convirtió en sede de nuestra Asociación, en la calle Castellar, con el fin de llevar a cabo nuestros “botellones sabáticos” en torno a la obra del maestro, con la pequeña diferencia en cuanto a las épocas modernas, de que nuestro sustrato, en lugar de las bebidas alcohólicas, era la música, la poesía, la prosa y la teoría de la obra de arte total, todo ello sin embargo no menos embriagador en manos de adolescentes.

     La Asociación, cuya labor privada y lúdica, ha seguido activa a lo largo del tiempo en Alicante a pesar de la ausencia de algunos miembros, celebrará el próximo año 2013 sus veinte años de existencia y el bicentenario del nacimiento de Wagner, pues fue fundada el mismo día del nacimiento del compositor alemán. A lo largo de este tiempo, han sido muchos los trabajos, estudios y experiencias privadas acometidas y compartidas con muchos amigos de otras las provincias. En una ciudad en la que la cultura, durante los últimos veinte años, en general ha ido unida al gasto del dinero público para poner en marcha unas u otras actividades a veces de dudoso interés salvo para los políticos de turno, nuestro reto se ha visto recompensado por el éxito de algunos de los miembros de esta Asociación, como ha sido el caso del socio fundador Artur Balder, quien ha demostrado que solo exhaustiva la formación en las diversas disciplinas del arte -conocidas son sus incursiones en la pintura, la literatura o el ensayo- podían dar lugar a una nueva revalidación del concepto de obra de arte total en su afirmación cinematográfica de los últimos años.

      Además de apoyar y contribuir a la divulgación no solo de la obra wagneriana, sino también de la de otros compositores y autores alicantinos, que tan poco apoyo institucional y de todo tipo -además de desprecio en ocasiones producto de incomprensibles envidias- reciben hoy en día en una sociedad culturalmente condenada al desamparo, en la que los mejores monumentos de nuestra historia son demolidos uno tras otro por absoluta ignorancia y desprecio al pasado, en lugar de su restauración y recuerdo. En este sentido, no puedo evitar rememorar una de las obras cumbre de Wagner, Siegfried, tercera de las cuatro óperas que componen la universal saga de El Anillo del Nibelungo. Su personaje principal es Sigfrido, un héroe cuya valentía y ausencia de miedo unidas a la forja de la legendaria espada Nothung con sus propias manos, le llevarán a derrotar al dragón Fafner según las predicciones hechas por el misterioso Viandante. Me pregunto, si quizás para ser escuchado y apoyado en tu propia ciudad natal, debes ser un héroe, no conocer el miedo, fundir metales de origen divino y fraguar con ellos un arma legendaria con la que arrebatar tesoros y derechos robados, o abatir alguna bestia infame como las que habitan en las cavernas de los pensamientos más recónditos plasmados por Wagner en algunas de sus óperas. Muy posiblemente, hagan falta todas ellas, porque si de algo adolece la actual cultura alicantina es de desprecio a su pasado, ignorancia de su presente y ese ubicuo amiguismo y compadreo con los políticos de la cultura que siempre van, como los políticos de las obras públicas, al beneficio de su propio bolsillo. Del mismo modo, la renovación es necesaria en la mayor parte de los puntos cardinales de la escasa cultura alicantina, si es necesario, como postuló Wagner valientemente, mediante la revolución social.

     Estamos más concienciados que nunca de que la obra de Wagner no solo nos permite disfrutar de un aspecto eterno en el carácter de la creación, sino que fomenta inquietudes e ideales en una época en la que estamos sumidos en una escasez casi total de ellos. El Anillo de Wagner, es una crítica en esencia sobre la sociedad industrial y sus abusos, que perfectamente podría extrapolarse a los abusos de la sociedad actual que especula con el progreso a costa del medio humano, abusos a los que tan acostumbrados estamos hoy en día, ya sea por la burbuja inmobiliaria o por la corrupción política e institucional. Proyectos muy alejados y de nulo valor, sobre todo cultural, comparados con la idea del arte total wagneriano. Recordemos que Wagner construyó su propio teatro en Bayreuth para poder llevar a cabo sus ideales al máximo nivel, tanto visual como auditivamente. La energía, densidad y vigor de sus obras, unidas a la majestuosidad de sus composiciones, nos hace comprender la vida.

     Es por todo ello que trabajamos con el propósito de emprender diversidad de acciones encaminadas a profundizar en la difusión de la obra wagneriana. Y en este sentido, queremos editar dos revistas con contenidos diferentes, una en castellano y la otra en catalán. Además de esto, tenemos la esperanza de lograr pronto reunir lo que llamaremos la nueva “Orquesta Wagneriana Revolucionaria”, para dar a conocer a nuestros compositores, tal y como ya se hizo en el pasado con la Orquesta Sinfónica "La Wagneriana".

     La mayoría de asociaciones, como es nuestro caso, se reúnen en torno a “Richard Wagner Verband International” con sede en Bayreuth, que organiza un congreso anual en varias ciudades, si bien nuestra vinculación con la obra de Wagner siempre ha pretendido ir más allá de la mera audición de la música, atendiendo a la importancia de su obra teórica y estética.

     Esperamos mantener vivo el espíritu de esta Asociación de deleite y de pensamiento, que ha de mantenerse viva en nombre de Wagner pero también en nombre de la comprensión que Alicante y algunos de sus ciudadanos han tenido sobre el arte universal del que posiblemente sea el artista más grande de todos los tiempos.



miércoles, 5 de septiembre de 2012

Hipocresía y controversia: las reliquias de Parsifal

Hipocresía y controversia: exhumando
las reliquias de Parsifal
en la tumba del arte total

Por José Miguel Ferrer Puche
Presidente de la Asociación Wagneriana de Alicante
Enviado especial a los Festivales de Bayreuth 2012

El verano de 1845, sería el caldo de cultivo de una importante fuente de ideas e inspiraciones. Wagner leyó el poema épico medieval del siglo XIII Parzivál de Wolfram von Eschenbach, sobre la vida de este caballero de la corte del Rey Arturo y su búsqueda del Santo Grial. Doce años más tarde, el Viernes Santo de 1857, encontrándose en Zúrich, se le ocurrió la idea de adaptar la obra a nivel poético-musical. Wagner no volvería a trabajar en Parsifal hasta pasados ocho años, durante los cuales completó Tristán e Isolda y empezó Los Maestros Cantores de Nuremberg. En agosto de 1865, cuando Wagner todavía estaba en Munich, comenzó bajo demanda del rey Ludwig a escribir su autobiografía Mein Leben, al mismo tiempo que escribió el primer boceto completo en prosa de Parsifal. Tras este primer boceto, Wagner abandonaría de nuevo el proyecto y dedicaría la mayor parte de sus energías al ciclo de El Anillo del Nibelungo; doce años más tarde terminaría Parsifal.
    
     Parsifal es la magistral culminación de una vida rica en experiencia musical y espíritu reformista en el mundo de la ópera, que aún conserva, por supuesto, su fuerza. La importancia de la riqueza intelectual que se oculta, capa sobre capa, en torno a la imaginería de esta última ópera, nos muestra la importancia que ha tenido no solo en la música, sino en la literatura moderna y contemporánea. La visitación de la “mitología cristiana” se ha exhumado como una epifanía a lo largo de las décadas, con influencias sobre autores modernos (Theodor W. Adorno, Hans Knapperbusch, Siegfried Krakauer), o contemporáneos (Sven Friedrich, Werner Huemer, Artur Balder). 
    

     Los últimos años de la vida de Wagner se vieron influidos por dos factores, la fundación del periódico wagneriano Bayreuther Blätter, en enero de 1878, y la creación de la más sublime y emocional de sus obras: Parsifal. Terminó la obra el 13 de enero de 1882 y el estreno se celebró durante el segundo festival de Bayreuth, el 26 de julio de 1882. Dirigió Hermann Levi; la obra se representó dieciséis veces aquel verano.

Parsifal, Festival de Bayreuth 2012


“Wagner leyó el épico poema
medieval del siglo XIII Parzivál
de Wolfram von Eschenbach,
sobre la vida de este caballero
de la corte del Rey Arturo y
su búsqueda del Santo Grial.”


“Parsifal es lamagistral culminación de una vida rica en experiencia musical y espíritu reformista en el mundo de la ópera, que aún conserva, por supuesto, su fuerza.”
   


   
     Estamos ante la última representación de este año 2012 en Bayreuth, la de Parsifal. La producción actual por Stefan Herheim resulta extraordinaria, retrata las secuelas de la Alemania desde antes de la Primera Guerra Mundial, hasta la Segunda. Parsifal representa el verdadero espíritu del país, es un montaje hipervisual, caleidoscópico. Es una producción en la que se juega con el tiempo. En el Acto I, en ese interludio orquestal maravilloso donde Gurnemanz y el joven Parsifal marchan de viaje juntos a la ceremonia del Santo Grial, vemos a Herzeleide dar a luz, con Kundry actuando como partera. Las imágenes de los soldados de la Segunda Guerra Mundial aparecen proyectadas sobre el telón de fondo. Sus contrapartes entran en el escenario en forma de coro, balanceándose suavemente de lado a lado en una escena inmensamente poderosa en la que el águila alemana aparece en lugar del cisne de Parsifal. Así termina el primer acto después de casi dos horas de música y magia de escenario notable.
 
     El acto II comienza con los soldados heridos y termina con banderas nazis, las tropas de asalto y la aparición de Klingsor en el balcón de la casa Wahnfried de Bayreuth, un diseño usado aquí como un conjunto de gran parte de la ópera. Klingsor, vestido con peluca rubia, medias y ligueros, levanta su lanza, las luces se apagan y Parsifal rompe el hechizo. Mientras tanto, Kundry ha aparecido con un vestido rojo, después con uno  blanco y, finalmente vestido como Klingsor, pero con alas azules, como un ángel listo para seducir a Parsifal. La ceremonia del grial se transfiere ahora al Bundesrat, en Bonn, y un gran espejo circular inclinado detrás del conjunto nos permite ver todo desde arriba. El ataúd de Titurel está cubierto con la bandera alemana y, cuando Parsifal lleva a cabo la ceremonia, el espejo se inclina poco a poco para que podamos empezar a vernos a nosotros mismos; el público participa en este gran momento de renovación y limpieza del espíritu alemán.


Parsifal, Festival de Bayreuth 2012

      En cuanto a la interpretación, Burkhard Fritz cantó un Parsifal potente aunque flaqueó en los momentos finales. Burkhard pasa del Walther de la edición de Los Maestros Cantores de Nuremberg de 2011 a Parsifal, desbancando al dudoso Simon O’Neill. Susan Maclean actuó como Kundry, y empeora, incluso hizo “trampas” para llegar en ciertas ocasiones, sin conseguirlo, ¿otra vez falta de presupuesto?… Se nota que en Bayreuth las entradas están vendidas de antemano. Thomas Jesatko hizo un Klingsor siniestro y correcto, igual que Diógenes Randes participando con la voz de Titurel. Detlef Roth fue un Amfortas simpático y tremendamente potente. Kwangchul Youn hizo un contundente Gurnemanz, interpretando el papel con seriedad, se puede decir que como los buenos caldos, gana con el tiempo en soberanía y articulación textual; El coro estuvo magnífico; De Philippe Jordan podemos decir que llevó la dirección con mano segura desde el foso, sin embargo, he echado de menos ese toque solemne y sencillo, casi franciscano, que ejecuta con una eficacia sobrecogedora el maestro milanés Daniele Gatti. Jordan es joven, sin embargo, seguro que con los años nos ofrecerá un Parsifal más reflexivo, es un director magnífico. En general, hemos mejorado y eso ya es mucho, pero sin dejarnos una sensación tampoco extraordinaria.   

Parsifal, Festival de Bayreuth 2012
 

“Parsifal representa el verdadero
espíritu del país, es un montaje
hipervisual, caleidoscópico (…)”


“(…) la nueva producción
escenográfica de Parsifal 2016 será
dirigida por el radical artista alemán Jonathan Meese. Y, ¿adivinen qué?
¡Meese ama las esvásticas!”


      


     Como anécdota, mencionar que las cosas en Bayreuth se ponen de lo más curiosas. Después de que el bajo-barítono Yevgeny Nikitin tuviera que apartarse de la  producción de Der fliegende Holländer a raíz de la antigua esvástica tatuada en su pecho, Katharina Wagner y Eva Wagner-Pasquier han anunciado que la nueva producción escenográfica de Parsifal 2016 será dirigida por el radical artista alemán Jonathan Meese. Y, ¿adivinen qué? ¡Meese ama las esvásticas! El artista es conocido por usarlas junto con imágenes nazis en su arte, es provocativo pero también uno de los nuevos rostros del arte contemporáneo en Alemania. A todo esto hay que añadirle que Meese tiene muy poca experiencia en dirigir óperas. Nacido en Japón en 1970, se ha caracterizado hasta ahora por su espectacular obra pictórica, que ha expuesto en ferias de arte vanguardista como la Biennale berlinesa. Parsifal ya ha tenido en el pasado controvertidas puestas en escena en Bayreuth, como la del fallecido Christoph Schlingensief, que fue estrenada en 2004 y se llevó fuertes abucheos, veremos si se repiten las escenas, pero lo hagan o no, la hipocresía y el escándalo parecen ir de la mano en el Bayreuth de Katharina y Eva Wagner.
 
     Nos alegramos de que se anunciara que las puertas no están del todo cerradas a Evgeny Nikitin en espera, eso sí, de nuevas y satisfactorias explicaciones de sus tatuajes, me pregunto… ¿Qué más explicaciones puede dar este hombre?

     Por último decir que en el año 2017 tendremos una nueva representación de Los Maestros Cantores de Nuremberg y, en el 2018 un nuevo Lohengrin, dirigido por Christian Thielemann. En el 2019 se representará Tannhäuser y no será hasta el año 2020 cuando tengamos un nuevo Anillo.