La Asociación Wagneriana de Alicante en Alicante Vivo.
LA ASOCIACIÓN WAGNERIANA DE ALICANTE: UNA HISTORIA DE IDEALES
La Asociación Wagneriana de Alicante nació el 22 de mayo del año 1993,
de la mano de tres estudiantes alicantinos: Artur Balder, David Noratón y
el que firma este artículo, José Miguel Ferrer Puche, que
entusiasmados con la obra del gran compositor y creador musical,
decidieron fundar en Alicante una fraternidad que congregara los ideales
teóricos y musicales de Richard Wagner, y que promoviese el estudio y
desarrollo del concepto de la obra de “arte total”. Parte de la
inspiración nos vino dada por la lectura de las biografías de autores
ingleses como Conan Doyle o Tolkien, donde se apreciaba la profunda
importancia de los clubes privados en los que se compartían lo que
Goethe llamaría acertadamente “afinidades electivas”. Clubes como los
Inklings o Coalbitters, lectores de los Eddas islandeses, nos animaron a
crear nuestra propia Asociación, palabra más adecuada en la lengua
española para definir lo que en esencia también era uno de aquellos
clubes ingleses o fraternidades de estudiantes alemanes. Con ello en
mente, y tomando como referencia la obra y figura de Wagner, gravitamos
en torno al área de estudio y ocio que nos atraía: el concepto de obra
de arte total y sus ideales en una sociedad carente de ideales, donde la
misma cultura se resumía a extraer dinero de las arcas públicas para
poner en marcha cualquier clase de iniciativa.
Richard Wagner
Éramos tres entusiastas de la tierra alicantina, que veíamos en el
nacionalismo romántico practicado por Wagner una vinculación artística y
vital con nuestro entorno, que en aquélla época, cuando aun la calle
Maisonnave ostentaba frondosos árboles, nos reuníamos por diversión en
el piso que pronto se convirtió en sede de nuestra Asociación, en la
calle Castellar, con el fin de llevar a cabo nuestros “botellones
sabáticos” en torno a la obra del maestro, con la pequeña diferencia en
cuanto a las épocas modernas, de que nuestro sustrato, en lugar de las
bebidas alcohólicas, era la música, la poesía, la prosa y la teoría de
la obra de arte total, todo ello sin embargo no menos embriagador en
manos de adolescentes.
La Asociación, cuya labor privada y lúdica, ha seguido activa a lo largo
del tiempo en Alicante a pesar de la ausencia de algunos miembros,
celebrará el próximo año 2013 sus veinte años de existencia y el
bicentenario del nacimiento de Wagner, pues fue fundada el mismo día del
nacimiento del compositor alemán. A lo largo de este tiempo, han sido
muchos los trabajos, estudios y experiencias privadas acometidas y
compartidas con muchos amigos de otras provincias. En una ciudad en
la que la cultura, durante los últimos veinte años, en general ha ido
unida al gasto del dinero público para poner en marcha unas u otras
actividades a veces de dudoso interés salvo para los políticos de turno,
nuestro reto se ha visto recompensado por el éxito de algunos de los
miembros de esta Asociación, como ha sido el caso del socio fundador
Artur Balder, quien ha demostrado que solo la exhaustiva formación en
las diversas disciplinas del arte -conocidas son sus incursiones en la
pintura, la literatura o el ensayo- podían dar lugar a una nueva
revalidación del concepto de obra de arte total en su afirmación
cinematográfica de los últimos años.
Además de apoyar y contribuir a la divulgación no solo de la obra
wagneriana, sino también de la de otros compositores y autores
alicantinos, que tan poco apoyo institucional y de todo tipo -además de
desprecio en ocasiones producto de incomprensibles envidias- reciben hoy
en día en una sociedad culturalmente condenada al desamparo, en la que
los mejores monumentos de nuestra historia son demolidos uno tras otro
por absoluta ignorancia y desprecio al pasado, en lugar de su
restauración y recuerdo. En este sentido, no puedo evitar rememorar una
de las obras cumbre de Wagner, Siegfried, tercera de las cuatro óperas
que componen la universal saga de El Anillo del Nibelungo. Su personaje
principal es Sigfrido, un héroe cuya valentía y ausencia de miedo unidas
a la forja de la legendaria espada Nothung con sus propias manos, le
llevarán a derrotar al dragón Fafner según las predicciones hechas por
el misterioso Viandante. Me pregunto, si quizás para ser escuchado y
apoyado en tu propia ciudad natal, debes ser un héroe, no conocer el
miedo, fundir metales de origen divino y fraguar con ellos un arma
legendaria con la que arrebatar tesoros y derechos robados, o abatir
alguna bestia infame como las que habitan en las cavernas de los
pensamientos más recónditos plasmados por Wagner en algunas de sus
óperas. Muy posiblemente, hagan falta todas ellas, porque si de algo
adolece la actual cultura alicantina es de desprecio a su pasado,
ignorancia de su presente y ese ubicuo amiguismo y compadreo con los
políticos de la cultura que siempre van, como los políticos de las obras
públicas, al beneficio de su propio bolsillo. Del mismo modo, la
renovación es necesaria en la mayor parte de los puntos cardinales de la
escasa cultura alicantina, si es necesario, como postuló Wagner
valientemente, mediante la revolución social.
Estamos más concienciados que nunca de que la obra de Wagner no solo nos
permite disfrutar de un aspecto eterno en el carácter de la creación,
sino que fomenta inquietudes e ideales en una época en la que estamos
sumidos en una escasez casi total de ellos. El Anillo de Wagner, es una
crítica en esencia sobre la sociedad industrial y sus abusos, que
perfectamente podría extrapolarse a los abusos de la sociedad actual que
especula con el progreso a costa del medio humano, abusos a los que tan
acostumbrados estamos hoy en día, ya sea por la burbuja inmobiliaria o
por la corrupción política e institucional. Proyectos muy alejados y de
nulo valor, sobre todo cultural, comparados con la idea del arte total
wagneriano. Recordemos que Wagner construyó su propio teatro en Bayreuth
para poder llevar a cabo sus ideales al máximo nivel, tanto visual como
auditivamente. La energía, densidad y vigor de sus obras, unidas a la
majestuosidad de sus composiciones, nos hace comprender la vida.
Es por todo ello que trabajamos con el propósito de emprender diversidad
de acciones encaminadas a profundizar en la difusión de la obra
wagneriana. Y en este sentido, queremos editar dos revistas con
contenidos diferentes, una en castellano y la otra en catalán. Además de
esto, tenemos la esperanza de lograr pronto reunir lo que llamaremos la
nueva “Orquesta Wagneriana Revolucionaria”, para dar a conocer a
nuestros compositores, tal y como ya se hizo en el pasado con la
Orquesta Sinfónica "La Wagneriana".
La Wagneriana
La mayoría de asociaciones, como es nuestro caso, se reúnen en torno a
“Richard Wagner Verband International” con sede en Bayreuth, que
organiza un congreso anual en varias ciudades, si bien nuestra
vinculación con la obra de Wagner siempre ha pretendido ir más allá de
la mera audición de la música, atendiendo a la importancia de su obra
teórica y estética.
Esperamos mantener vivo el espíritu de esta Asociación de deleite y de
pensamiento, que ha de mantenerse viva en nombre de Wagner pero también
en nombre de la comprensión que Alicante y algunos de sus ciudadanos han
tenido sobre el arte universal del que posiblemente sea el artista más
grande de todos los tiempos.
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