Un suspiro en una lágrima
Un suspiro en una lágrima
Un día triste a un lucero
mirando me hallaba en la noche,
y cruzóse una hermosa paloma
que frágil y esbelta se lo llevóse, me alcé raudo y valiente
y a contra ella descargar mi ánima,
pero pronto me dijo una voz anhelante,
pronto la voz de mi alma: “No es ella la que robó elegante
aquella dulce estrella sin rostro,
eres tú que al mirar anoche
recuerdas de ella un suspiro en una lágrima”. José Miguel Ferrer Puche
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